Hoy no publico un texto mío. Hoy cedo este espacio para Alex, mi hijo de once años, al que le gusta expresarse de muchas formas, ya sea hablando, leyendo y escribiendo pequeños textos.
El otro día me enseñó un poema que había escrito, siendo consciente de que escribía un poema como tal, de verso libre, pero un poema propio. Este es el primero de, espero, muchos.
Yo le prometí que lo publicaría en mi blog y eso es lo que hago hoy.
Gracias, Alex. Haces de mí el mejor padre del mundo.

La Esperanza
Esta es la Esperanza,
la nave que viajará por el espacio,
por el espacio,
en su pura esperanza.
Por los confines del universo,
en su poder estrellado.
Para salvar a la humanidad
de su desaparición catastrófica
y para encontrar un nuevo hogar,
en un vasto universo.
Alex Guillán