Hace tiempo que camino sin mirar atrás, Hace tiempo que camino sin mirar atrás, La ciudad me envuelve con su cielo, paredes de hormigón y ventanas de cristal. Ahora sólo quedan sabores y olores que recuerdan a mar y café, a destellos. Esos momentos merecen la pena, son ilusiones que despiertan una sonrisa, buenos sentimientos.
Gracias por un camino lleno de dulces. Gracias por un camino lleno de amargores. Que la vida son momentos de sinsabores, que la vida te llena de cielos azules.
Ayer fue tarde para recomponer lo nuestro. Hoy te fuiste temprano sin despedirte. Tranquila, si lo pensabas no llegaste a herirme. Mi vida está llena de energía de nuevo.
Me despediré de ti con una puesta de sol hermosa y viendo el amanecer. Un bello recuerdo. No quiero lágrimas o rencores, prefiero rosas. Así podré verte con una sonrisa si te encuentro.
Gracias por un camino lleno de dulces. Gracias por un camino lleno de amargores. Que la vida son momentos de sinsabores, que la vida te llena de cielos azules.
Con el tiempo he aprendido que es mejor soltar cuerda porque aquello que atas, al final, se desenreda. Mi mente te deja libre, mi alma te dice: vuela. Hoy es pasado y mañana empiezo una vida nueva.
Gracias por un camino lleno de dulces. Gracias por un camino lleno de amargores. Que la vida son momentos de sinsabores, que la vida te llena de cielos azules.
Alejandro Guillán.